Aficionado al boxeo y al futbol, Samaranch destacó en hockey sobre patines, donde fue jugador y seleccionador nacional. Profesor mercantil y diplomado en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa, fue designado concejal de Deportes en el Ayuntamiento de Barcelona (1955-1962), donde organizó los II Juegos del Mediterráneo. En 1980 accedió a la presidencia del COI hasta el año 2001 para luego ser sucedido en la presidencia por Jacques Rogge, siendo nombrado presidente de Honor Vitalicio.
Samaranch fue participe de la lucha contra el boicot en los juegos, uno de los principales culpables del éxito de los Juegos de Barcelona 92, promotor del deporte tanto en España como en el resto del mundo. Será ahora incinerado, y sus cenizas se depositarán junto a las de su mujer.
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