domingo, 22 de noviembre de 2009

Erasmus Roma



Siempre he estado muy unido a todo lo que me rodea, y por muchos viajes que hiciera siempre he sabido que no hace falta recorrer el mundo para encontrar la felicidad, porque suele esconderse siempre más cerca de lo parece. Decidi emprender un viaje, buscando nose muy bien el que, una experiencia, una manera de entender la vida, aprobar maquinas eléctricas o quizás para hacerme ver a mi mismo que era capaz de perserguir mis sueños y superar ese miedo que siempre he tenido a perder lo que tengo.

No es fácil hacer la maleta para todo un año y más cuando te limita Ryanair. Empezé a sacar cosas de ella y ha la vez que me iba dando de cuenta de tantas cosas de las que podía prescendir. Me quedaba el consuelo de saber que llevaba otra maleta llena cargada de fuerza e ilusiones. El vuelo con escalas destino Roma, con su inebitable reflexión y ese sentimiento melancólico que me abordan cada vez que cojo un avión. Mirando por la ventana haciendo viajar mis pensamientos más alla de las nubes, un millón de momentos, recuerdos y personas y ese beso, ese último beso permanente en mi memoria. Pisamos Roma.

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